<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar/33821413?origin\x3dhttp://psicobiografia.blogspot.com', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>


Ví­nculos: Vida de Familia | Traducciones disponibles | Vida de un psicólogo | Conócenos

 





    | Un sueño

    Recuerdo que a mis 12 años mi gran ilusión era navegar en el mar, algo normal para un niño de esa edad, lo que no lo era tanto es que fuera en una embarcación hecha por mi mismo.

    Le compartí la idea a mi amigo Jose y el se embarcó conmigo en el sueño de navegar por el mar de ésta manera.

    Soñabamos juntos en como sería el diseño de la nave, si tenia o no motor, si se iba a maniobrar con timonel o no.

    Lo que acordamos fué que el motor iba a ser un motor de un abanico viejo que había en el cuarto de San Alejo de mi casa y que el timonel iba a ir conectado a ese abanico con dos cabuyas gruesas que lo iban a hacer girar, claro teniamos que tener una batería de carro que le diera la energía "suficiente".

    Mientras yo me las daba de ingeniero naval, mi amigo, que no era mas cuerdo que yo, tenía una serie de diseños de antenas parabolicas hechas con poncheras y ganchos de ropa, conectados por medio de cables de teléfono.

    Que hermosos esos momentos donde la creatividad abundaba, donde no había imposible, y los problemas era algo que solo veían los adultos.

    Publicado por Vaso dispuesto a las 7:06 PM, Aun sin comentarios,


Recuerdo muy especialmente un partido de Béisbol que jugué cuando niño, de esos que se jugaban en las viejas casonas, en el que mi amigo Alberto sacó por primera vez la pelota del patio ; todos nos quedamos mirandonos las caras, pués no sabiamos que hacer, ¡era la única pelota que teníamos!

Mientras el corría las bases, dichóso, todos los demás salimos corriendo a recuperar la pelota dejándolo solo, estábamos muy trístes porque queríamos seguir jugando, y ya se acercaba la hora en que vendrían nuestros padres a buscarnos.

Ahora que soy adulto miro a mi alrededor y no veo a ninguno de aquellos amigos, pues cada cual decidió jugar solo el juego de la vida, como cuando niños.

A mis amigos de infancia: Carlos Gustavo, Farid, Kalil, Alberto, Enrique, Raúl, Juan Fernando, William, Mimi, Aníbal. Los extraño.

Publicado por Vaso dispuesto a las 5:02 AM, Aun sin comentarios,